Por: Dara Camila Franco Alarcón
Buena Gente Periódico conversó con Juan Pablo Franco Giraldo, fundador del movimiento Misión Vive, el cual inició en el año 2017 como un proyecto local que comprendía únicamente al Eje Cafetero en los municipios de Pereira, Armenia y Santa Rosa de Cabal; con el paso del tiempo, se ha extendido a otras ciudades del país como Bogotá, Cali y Medellín, al igual que a Venezuela y Chile.
BuenaGente Periódico: ¿Qué es Misión Vive?
Juan Pablo Franco (JPF): Misión Vive es un movimiento de labor social que trabaja con el firme propósito de recuperar los principios éticos y morales de nuestra sociedad, aportando soluciones prácticas a la crisis que vive la familia. Nuestro mayor objetivo es ser agentes de esperanza y reparación integral a nivel nacional e internacional.
BGP: ¿A qué se dedica el movimiento Misión Vive?
JPF: Nosotros tenemos diferentes programas enfocados en cada uno de los integrantes de la familia, desde los niños hasta las personas de la tercera edad. Dentro de estos programas trabajamos con niños y abuelos en condición de abandono, con inmigrantes, con familias, con personas que padecen alguna enfermedad y se encuentra en hospitales, con personas que están privadas de la libertad en los centros de reclusión penitenciaria, con deportistas; digamos que nuestro movimiento (como lo mencionaba anteriormente) es integral, apuntamos a los diferentes grupos de interés de la sociedad. Creemos que, si aportamos al niño, al papá, a la mamá, a los jóvenes, a los abuelos, etcétera, podemos alivianar esa tensión al interior del hogar y vamos a tener un cubrimiento general a la hora de atacar diferentes problemáticas, que reitero, se viven al interior de cada una de las familias.
Algunas actividades que hemos realizado son congresos, jornadas de prevención para la salud, conversatorios sobre violencia intrafamiliar, educación, así como espacios con mujeres de todas las edades. En ellos resaltamos la belleza del corazón, la cual consideramos que se refleja en el exterior, entendiendo que el valor, la dignidad, la fortaleza, la capacidad, la valentía, la ternura, la inteligencia y la resiliencia, son las características que hacen a la mujer capaz y libre, contrario a lo que encontramos como significado de belleza en el mundo actual, pues, en gran mayoría se centra en la superficialidad.
Con los niños hemos realizado talleres de música, deporte, teatro y danza, los cuales han posibilitado que los niños cultiven y desarrollen diferentes aptitudes. También ofrecemos un acompañamiento espiritual, tiempos de esparcimiento y diversión, y jornadas de "donatón" escolar.
Con relación a las obras ofertadas a la población de la tercera edad, las ejecutamos con la finalidad de ser parte de la nueva generación que honra con gratitud a estas personas, por lo tanto, realizamos actividades donde ellos puedan sentir que los acompañamos. Llevamos implementos de aseo, alimentos no perecederos y lo más importante, nuestro tiempo para escucharlos, compartir con ellos, hacer algunas terapias físicas y muestras de arte para su entretenimiento.
Con los habitantes en condición de calle hemos celebrado sus cumpleaños, conmemorar que son importantes, son humanos y aunque muchos los han olvidado, nosotros les queremos recordar que hay nuevas esperanzas para el cambio.
Las personas que están en centros penitenciarios también han sido impactadas por nuestra iniciativa a través de jornadas de salud, arte y donaciones. Hemos cruzado fronteras con donaciones de medicamentos e implementos de aseo para lugares donde hay escasez de los mismos y realizamos actividades con cada población que se encuentre en esos espacios. Realizamos jornadas deportivas, y consideramos que, así como nuestra salud física, la mental y espiritual deben ser cuidadas con el mismo amor y valor.
Tenemos un evento que es el sello de quienes somos y se llama El Festival de la Vida, un espacio donde podemos exponer y compartir un poco de todas las actividades que realizamos con las diferentes poblaciones. Allí también incluimos campañas sobre el cuidado del medio ambiente, bazares donde le damos un buen uso a la ropa donada (nueva o no, pero en buen estado) y realizamos ventas para que los ingresos nos permitan aportar el financiamiento de otras misiones.
BGP: ¿Cómo inició Misión Vive?
JPF: Misión Vive nace en el año 2017. En la ciudad de Medellín cuando yo estaba estudiando, en un instituto que se llama Cristo Para Las Naciones, recuerdo que nace en mí un profundo deseo de poder ayudar mi comunidad, así que hablo con 2 amigos misioneros, uno de la ciudad de Cartagena y el otro de Venezuela. Les planteé la propuesta de podernos unir y, reitero, ayudar a la comunidad en el Eje Cafetero que era mi círculo de influencia (Pereira, Santa Rosa y Armenia), así que me siento a escribir el proyecto que se llama: “Conexión Eje Cafetero”. Sin embargo, en una primera fase, o sea, en el primer semestre no se pudo realizar, entonces ese proyecto sufrió algunos cambios. En el segundo semestre de ese año 2017 pensamos en la posibilidad de ser no solo unos pocos los que pudiéramos ayudar a la comunidad, sino de abrir la invitación para que otros amigos misioneros de diferentes países y ciudades de Colombia se unieran a la iniciativa.
En el marco de un proyecto que estaba desarrollando el instituto en ese momento, que se llamaba Bless the Block (Bendice tu cuadra), vimos que era la mejor oportunidad para presentar el proyecto y poderlo ejecutar, de esta manera nace Misión Vive. Justo una de las instituciones, una iglesia cristiana que respalda el proyecto, iba a tener su aniversario que se llamaba “VIVE” y nosotros íbamos a hacer la antesala a ese aniversario y pensamos en la posibilidad de cambiar el nombre del proyecto de “Conexión Eje Cafetero” a Misión Vive. Misión Vive nace en el mes de octubre del año 2017, junto con 28 amigos misioneros que nos unimos y estuvimos realizando labor social en la ciudad de Armenia, Pereira y Santa Rosa de Cabal.
BGP: ¿Cómo se estructura el equipo de trabajo?
JPF: El equipo base de misión vive son cerca de 12 personas, quienes conforman la mesa. Allí se discuten los proyectos que se piensan desarrollar, se planean las diferentes actividades y se estructuran los objetivos sobre los cuales vamos a trabajar cada año; el resto del equipo son voluntarios. Este equipo varía según la cantidad de personas que se necesiten para el proyecto que se ejecutará. Contamos con personas de la mesa y voluntarios no solo del Eje Cafetero, sino de otras ciudades del país donde actualmente hacemos presencia: Bogotá, Cali y Medellín, al igual que en Venezuela. Nos han abierto las puertas en Chile y soñamos con realizar proyectos similares en ese lugar.
BGP: ¿Qué aprendizajes quedan plasmados en la memoria y el corazón respecto a la trayectoria en Misión Vive?
JPF: En esta experiencia que ha sido una aventura, la verdad es escuchar tantas historias, tantos testimonios, cuando tantas familias a las que hemos podido llegar e impactar y personas que han estado viviendo en estados de depresión nos manifiestan esa esperanza de volver a soñar, de volver a creer, de volver a confiar gracias a nuestra visita, a nuestro trabajo. Creo que no ha sido en vano el trabajo y creo que nuestra mejor y mayor paga es ver los rostros de los niños, rostros de las personas con quebrantos de salud, de las personas que están privadas de su libertad sentirse de una u otra manera amados, dignificados, escuchados; sentir que hay personas que están dispuestas a levantar sus brazos, personas que creen en ellos, que creen en sus sueños, en el propósito que Dios ha plantado en sus corazones y en sus vidas ¡ha sido impresionante!
El mayor aprendizaje con Misión Vive es saber que el Dios que queremos mostrar ―que es amor, paz, misericordia, bondad y compasión― está presto a dar segundas oportunidades. Incluso como integrantes del equipo hemos visto eso, que hay momentos en los que estamos desanimados, que hemos estado atravesando situaciones difíciles y pensamos: para esto nosotros nacimos, para ser agentes de esperanza. Así mismo, recordar que nosotros también estamos caminando y viviendo en esas segundas oportunidades, lo cual hace parte del mensaje que llevamos a tantas familias.
BGP: ¿Qué los motiva a perseverar en este proceso de llevar esperanza a quienes lo necesitan, de promover un mensaje de paz, empatía, dignidad y todo lo que como movimiento los impulsa a continuar y no desistir?
JPF: Nosotros como Misión Vive tenemos un pilar, tenemos un modelo a seguir y es Jesús. Es el único personaje que ha logrado partir la historia de la humanidad en dos; con su ejemplo y revolución de amor vino a transformar tantas vidas. Su mensaje era tan coherente y venía no solo a traer un mensaje y una palabra de ánimo, aliento y esperanza, sino que ese mensaje venía acompañado de acciones: alimentar al necesitado, traer provisión. Así que, nosotros como movimiento queremos imitarlo a él; queremos caminar sobre las huellas que él dejó en la humanidad.
En medio de tanto caos, en medio de la crisis que se vive en la humanidad, en medio de tanto egoísmo nos queremos levantar y queremos levantar una bandera con un mensaje totalmente diferente. Y bueno, eso es lo que hace Misión Vive, para todos aquellos que hacemos parte de este equipo ha sido un regalo infinito poder ser partícipes de la alegría y la bendición de tantos.
BGP: Si alguien desea conocer más sobre este movimiento y contactarse con ustedes, ¿cómo puede hacerlo?
JPF: Nos pueden contactar a través de las redes sociales en Instagram y Facebook como @misionvive o al correo electrónico dirección@misiónviveco.com
Fotos fuente: @misionvive (Instagram)