Colaboración especial: Daniela Suárez Rivera[1]
Entre algunas bromas y risas sobre mis dolencias de cuarentena y el miedo al coronavirus, uno de mis amigos palenqueros me dijo por teléfono que cuando regresara al pueblo buscara a don “Viejito”, que él me decía cómo componerme de tanto mal de la ciudad y que, con unas cuantas aseguranzas y un baño con plantas propias, se me arreglaba la vida.
- ¿Viejito? ¿Por qué le dicen así? - Le pregunté.
- De pronto por todo lo que sabe de medicina tradicional, la sabiduría es de los viejos – me respondió.
Alejandro Padilla Reyes, también conocido como “Viejito”, nació en San Basilio de Palenque el 6 de mayo de 1968, creció en este corregimiento del que quizás muchas personas han escuchado hablar por la gran riqueza ancestral africana e historia de liberación y resistencia que lo caracteriza. En Palenque, como en muchas otras comunidades de grupos étnicos, la medicina tradicional es un rasgo profundamente especial de la cultura y sabiduría propia, por lo cual diferentes personas dentro de estos pueblos heredan dichos saberes desde muy pequeños y los ponen en práctica para el beneficio local.
La medicina tradicional o etnomedicina, como la define el antropólogo Peter Brown, es “la medicina propia de un grupo y de una cultura ya que los sistemas terapéuticos se construyen de acuerdo con las características culturales de los grupos. Si varían estos, si varían las culturas, variarán también las maneras de entender salud/ enfermedad, las formas de abordar los problemas y las propuestas de soluciones”[2].
Usualmente este tipo de saberes tradicionales, en un proceso de salvaguardia, resultan ser transmitidos de generación en generación. En el caso de “Viejito”, él aprendió la medicina, las aseguranzas y las plantas medicinales, gracias a sus abuelos paternos y maternos. Durante su infancia veía cómo ellos iban al monte a recoger las plantas que podrían ayudar a curar las enfermedades más habituales de la gente de su pueblo.
“Este arte me gustó desde que era un niño, con el transcurrir del tiempo aprendí sobre estas prácticas medicinales ancestrales y ahora le estoy transmitiendo mis conocimientos a niños y jóvenes de la comunidad”, comenta “Viejito”. Actualmente lidera un grupo de aproximadamente treinta personas, entre niños, jóvenes y adultos a los que les está enseñando el valor de la medicina y conocimiento de plantas medicinales palenqueras.
En el año 2019 trabajó como sabedor ancestral en la tesis de grado del arquitecto Tomas Elías Cassiani, a quien acompañó en su sustentación de tesis en la Universidad de San Buenaventura de Cartagena, para que desde el campo académico conocieran un poco mejor sobre estas prácticas medicinales y su importancia. También, ha gestionado procesos en los que enseña a los foráneos y visitantes de Palenque sobre todos los poderes curativos que tienen las plantas, su uso y preparación, así como las aseguranzas, que son amuletos de protección y en su mayoría se les asigna a los niños al nacer.
“He prestado mis saberes desde hace veinte años como médico ayudando a locales y a foráneos que nos visitan, frente a distintas enfermedades que los aquejan, dentro de las cuales se pueden mencionar el mal de ojo, picaduras de animales y, enfermedades del medio, como diabetes y presión arterial. Actualmente presto mi servicio como sabedor en el “Centro de Medicina Tradicional Sikito”.
Dentro de la variedad de plantas medicinales que se encuentran en San Basilio de Palenque y, que se consiguen en la zona montañosa del corregimiento, se hallan las siguientes:
“Viejito” cuenta que estas plantas no las comercializa, porque usualmente las usa para ayudar a la gente de su población y cuando lo requieren en otro municipio, él asiste con el interés de poner al servicio sus conocimientos. Al preguntarle si le gustaría que en el resto del país se conociera y se usara este tipo de medicina tradicional, respondió: “Me gustaría que, así como mis abuelos y mis padres me heredaron estos saberes, muchas otras personas puedan adquirirlo y tratar sus enfermedades con esto”. Y es que, quizá, integrar la medicina tradicional con la medicina occidental, que se ofrece en las instituciones de salud, podría ser un medio para reconocer la importancia de los conocimientos culturales ancestrales en nuestro país.
Fuente de fotografías: Karina Herrera Miranda. Habitante de la Comunidad Palenquera.
[1] Comunicadora Social - Periodista
[2] Aparicio, A. L. (2005). La medicina tradicional como medicina ecocultural. Gazeta de Antropología, 21, 10 [Versión electrónica]. Recuperado de https://www.ugr.es/~pwlac/G21_10Alfonso_Aparicio_Mena.html