Por: Buena Gente Periódico
El pasado 31 de marzo de 2019 recibimos la noticia del asesinato de nuestro amigo Sebastián, recién egresado del Programa Trabajo Social de la Universidad del Quindío. En honor a su vida inspiradora hemos querido expresar en el siguiente texto nuestro profundo dolor y destacar las cualidades que lo hacen especial, inolvidable… inmortal.
Llega de golpe y agita los latidos. La angustia se apodera de las almas. –No puede ser- o –tiene que ser mentira- son las primeras frases balbuceadas. Luego la confirmación, los rostros atónitos se encojen, no se puede oír más, pero hay que saberlo, es inevitable la tragedia. Con ella vienen los primeros sollozos desconcertados, hasta que se llenan los lagrimales de dolor. La tristeza acoge a muchos, por un momento empiezan a adivinarse los pensamientos, pues las miradas hacen la pregunta del por qué sin cesar, pero nada justifica la fatalidad.
La noticia embarga el sosiego, las expresiones de frustración y desolación arriban primero ¿cómo comprender el paso de ser querido a ser deudo? Todo intento es vano, la emoción brota diáfana y auténtica, ésta carga todos los motivos, pues se evoca la imagen clara y vívida en los recuerdos.
Dolés porque siempre estabas cerca, porque tu compañía no faltaba.
Dolés por tu trato siempre afable, por tu saludo caballeroso, por esos abrazos que se hacían sentir.
Dolés por tu corazón enormemente gentil, lleno de nobleza y bondad.
Dolés por tu constancia fiel, esa incondicionalidad que sorprendía a muchos y te hacía merecedor de cariño.
Dolés por tu honestidad a veces inocente, la misma por la que se te confiaron tantas amistades.
Dolés porque pensaste mucho en el otro, aunque su rostro fuera anónimo, pues hasta de tus venas donaste vida.
Dolés porque tendías la mano con desinterés, porque consolabas prestando tu escucha.
Dolés por tu gesto agradecido y esforzado siendo hijo y hermano.
Dolés por los anhelos que no alcanzaste, por los pasos que no pudiste dar.
Ya no estás entre los caminantes, no eres más uno de ellos, ya estás en el camino de todos y el olvido tuyo es imposible.
Todos tus dolientes somos querientes, ahora uno se da cuenta. Nos quedan muchos momentos, de cotidianos a especiales, de todos extraemos una parte de lo que eres ahora en la memoria, una que no se borrará fácilmente, que quiere doliendo y que duele queriendo.
La violencia otra vez nos arrebata una valiosísima vida, pero no se llevará consigo la obra ejemplar que esa vida nos regaló.
Sabiamente escribiste “Largo o corto hay que disfrutar el camino”, pues gracias por hacernos parte de él. Nos queda exaltar tu nombre y evitar que la historia se repita.
Te recordaremos hasta siempre, ese siempre que tal vez será el reencuentro en el barro que fuimos y seremos. Entonces quizá no sea una despedida, sino un hasta luego.
En honor a un hombre bueno, a un hombre excepcional: Sebastián Hernández Casas.
Justo homenaje, para Sebastián. Colaborador,solidario.un buen ser humano y estudiante interesado. Saludo solidario a su familia. Por siempre en nuestros recuerdos.
Como duele que las manos criminales hayan ciegafo la vida de un ser tan excepcional. Gracias Sebastian por tus enseñanzas, por tu noble corazon, por cruzarte bendecidamwnte en nuestro camino. Estarás siempre en el recuerdo como ese gran joven que fuiste.
Son cortas las palabras para expresar lo grandioso que era este hombre de Dios, siempre amable y dispuesto a servir, con un rostro lleno de esperanza y de grandes anhelos. Té recordaré como siempre fuiste y viviré en el propósito de Dios como siempre lo hiciste. En mis oraciones están familia Hernández - Casas
Mereces ser recordado como un grande, tenÃas un corazón que valÃa oro. El hecho de que tu presencia fÃsica ya no esté, no quiere decir que ya no estés... siempre estarás en mis mejores recuerdos, en las veces que caigo, estarás en mis oraciones y en cada momento que asà lo precise. Agradezco a la vida por haberte conocido, por haber compartido junto a ti bellos momentos. Mi Sebas, un dÃa dijiste que querÃas ser recordado de una bonita manera, hoy todos lamentamos tu partida pero te recordamos como el maravilloso ser que eras, y las palabras se quedan cortas....hasta siempre caballero de brillante armadura, que en otra vida o instante nos volvamos a encontrar!!! Descansa en paz! Mucha fortaleza para la familia Hernández-casas en este momento tan difÃcil.
Es increÃble que estás cosas las tengamos que vivir.todavia no lo creo era una persona maravillosa con la que compartà unos lindos años de amistad.simpre sincero,respetuoso y sobre todo muy decente. Sólo me quedan buenos recuerdos de Sebastián... mi familia y yo nunca lo olvidaremos, DÃos lo tenga en su santa gloria
Sin palabras, ya el llanto inunda mi ser, te vi partir y sin saber que serÃa la última vez que te verÃa, como lamento no haberte detenido, para que no cogieras ese camino, hacia tu fin...pero Dios sabe el propósito de todo esto... Eres y serás grande.. Hermanito te amaré por siempre, nunca vi lo maravilloso que eras hasta que te perdÃ... Tu entendiste la función de la vida, cumpliste tu misión.. fuiste el vehÃculo de Dios para obrar y tocar la vida de las personas que te rodearon... Cosas grandes hace el señor, que ojo no vio ni oÃdo escucho...
Sebastián un ser humano Maravilloso, que ahora debe estar desempeñando un buen oficio en el cielo,
Sebastián no precisó la vida conocerle en persona... sólo bastó las sabÃas palabras q brindaste a mi prima para saber lo grandioso q eras... Dolorosa partida pero hoy estás en el trono sentado a la diestra de Dios padre. Algún dÃa nos podremos ver. Mi más sentido y cálido saludo a la familia Hernández.
Mà bello hermoso soy muy afortunada al conocerte cómo el ser de luz más maravilloso del mundo. Gracias por todo lo que me enseñaste cada dÃa, púes aprendà mucho de tÃ.... tus enseñanzas estarán latentes en mà vida, y adoré cada instante, se que desde el cielo me cuidas, siempre serás mà recuerdo favorito, aquello que tuve un ratito de mà vida, aquello que me quitaba el sueño por las noches, y que me dejaba una sonrisa inigualable, aquello que no volveré a tener. Desde el fondo de mà alma: Gracias Mà Angel Bello y Hermoso. â¤