Por: Rubén Darío Pardo Santamaría
BuenaGente Periódico habló en exclusiva con Yaku Pérez Guartambel, uno de los principales líderes indígenas del continente, crítico con las políticas extractivistas del gobierno de Rafael Correa y actual interlocutor del diálogo entre el movimiento indígena ecuatoriano y el Presidente Lenín Moreno.
¿Quién es Yaku Pérez Guartambel?
Soy presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador- ECUARUNARI y Coordinador general de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI. Soy chacarero, es decir, me dedico a cultivar y a criar la tierra, defensor del agua, escritor, músico, abogado; siete oficios, veintiún necesidades, cinco veces encarcelado en el gobierno de Rafael Correa, dos veces hospitalizado por agresiones de la policía, antes Carlos pero a partir del 9 de agosto del año andino 5.525 o colonial 2017, simplemente Yaku Sacha (aguita del monte) me descolonicé el nombre justo en el dia internacional de los puebso indígenas.
¿A qué pueblo indígena pertenece?
Al pueblo indígena milenario Kañari-Kichwa, ubicado al sur del Ecuador.
¿Cómo está organizado el movimiento indígena en Ecuador?
Hay muchas organizaciones, pero digamos que inició con la FEI en 1942 (Federación Ecuatoriana de Indios), la cual fue una organización clandestina porque la perseguían los patronos. En 1972 se crea la ECUARUNARI. En 1986 se crea la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE. En 1995 se crea el Movimiento de Unidad Plurinacional PACHAKUTIK. Actualmente la CONAIE es la organización más grande del país, incluye a organizaciones de la costa, de la sierra y de la amazonía. La columna vertebral de la CONAIE es la ECUARUNARI, la organización histórica y además la más radical.
¿A cuántos pueblos aglutina la organización?
La ECUARUNARI aglutina los siguientes pueblos indígenas: Pastos, Natabuela, Palta, Sarakuru, Kañari, Puruwá, Chibuelo, Tomabela, Salasaca, Kisapinchas, Waranka, Kitukara, Kayampi, Otavalo, Karanki, Panzaleos Manta huancabilcas.
En los años 90 los pueblos indígenas de Ecuador participaron activamente en la remoción de gobiernos que ellos percibían como ilegítimos, ¿Qué faltó para que un representante de los pueblos indígenas asumiera la presidencia del Ecuador, si es que esa era la pretensión? ¿Hoy esta fuerza política beligerante sigue presente o se orienta a otro tipo de reivindicaciones?
El movimiento indígena del Ecuador rebasa procesos electorales, no solamente aspiramos a puestos burocráticos, el objetivo es el cambio de las estructuras políticas, económicas y sociales y eso es lo que buscó en el 90 cuando se dio el primer levantamiento, el primero de los últimos tiempos porque la historia del movimiento indígena es la historia del despojo y la historia de la resistencia, de los levantamientos. En los 90 apareció con fuerza el tema de la libre determinación, traducido en la plurinacionalidad y eso hizo que el pueblo se despierte y ahí se dio un hecho muy especial porque sorprendió a la derecha ecuatoriana y a la derecha mundial, el que aparezca un león que estaba dormido. Así mismo aleccionó a la izquierda ecuatoriana para decirle que ningún proceso revolucionario puede hacerlo sin el contingente del movimiento indígena y creo que eso representó un tema emblemático, un hecho potente para que en el Foro Social Mundial llevado a cabo en Brasil se haya asumido el lema ‘Otro mundo es posible’, gracias al levantamiento del movimiento de los Zapatistas llevado a cabo en 1994, al movimiento de los Sin Tierra en Brasil y fundamentalmente al levantamiento de los 90 en Ecuador.
Apoyar a gobiernos que no nos representan o que nos traicionaron como los gobiernos de Lucio Gutiérrez o de Rafael Correa, nos causó una grieta gigante que nos cuesta recuperar pero que hemos estado cerrando, tenemos a PACHAKUTIK con asambleístas que cumplen una función político partidista, pero es la base social la que es determinante y en este momento la principal reivindicación es la libre determinación para tener la autonomía de los territorios, tierras y bondades naturales y ojalá se cumpla un sueño que es que el Ecuador sea declarado libre de minería metálica a gran escala en todo su territorio nacional, eso aliviaría y evitaría la criminalización de la protesta social. Si nosotros pensamos que esos cambios van a venir del gobierno legislativo, ejecutivo y judicial sería una suprema ingenuidad, los cambios vienen del páramo, del monte, desde la quebrada, desde abajo, de la periferia.
¿Qué procesos adelantan como movimiento indígena ecuatoriano?
Decía que el movimiento indígena del Ecuador no busca simples reivindicaciones sino que busca cambios estructurales. El sistema es el que falla, es un sistema capital-extractivista-colonial- patriarcal y queremos atacar su raíz, por eso somos radicales y eso no significa fundamentalistas ni dogmáticos sino que atacamos la raíz. No queremos cambios cosméticos, decorativos, por eso buscamos la reivindicación en la libre determinación. La autonomía en los territorios implica recuperar la educación intercultural bilingüe que fue aniquilada por el Gobierno de la Revolución Ciudadana; buscamos libre determinación a través de la administración de la justicia indígena, que los pueblos sigan haciendo consultas comunitarias, administrando justicia, no solamente en temas de linderos o robo de gallinas, sino de todo, desde temas ambientales hasta temas de homicidios.
Buscamos fortalecer los gobiernos propios, los gobiernos comunitarios, la ECUARUNARI emitió pasaportes indígenas como parte de la autonomía, de la libre determinación, la ECUARUNARI está otorgando personalidad jurídica a las comunas de las comunidades, de los pueblos, de los sistemas comunitarios de agua, de las organizaciones comunitarias. Estamos descolonizándonos del Estado, estamos fortaleciendo la autonomía de los sistemas de agua, pues quienes construyeron los acueductos no fue el Estado, no fue la empresa privada, sino que fue la comunidad en minga (trabajo colectivo), desafiando a la naturaleza en decenas de kilómetros para traer del monte, del páramo, de la laguna, el agua hasta los domicilios y ahora quieren invisibilizar, destruir, perseguir, la gestión comunitaria del agua.
Estamos defendiendo el patrimonio comunitario de las semillas para que no nos despoje el Estado y no nos despoje la empresa privada nacional y trasnacional, estamos en eso, luchando y sabiendo que la lucha no es de velocidad, la lucha es de resistencia, por eso muchos nos preguntan y hasta cuándo van a seguir luchando, van a morir y no van a encontrar solución, y nosotros les respondemos que la lucha es intergeneracional, seguiremos luchando el último minuto de nuestra vida y el primer minuto del corazón de nuestros hijos, entonces la lucha, la resistencia rebasará. Si hemos resistido 500 años ¿por qué no podemos resistir medio siglo más?
¿A qué proyectos concretos de tipo extractivista resisten actualmente?
En efecto se lleva a cabo la resistencia a la minería en Kimsacocha (sur del Ecuador), es una resistencia local de hace 15 años. Al ser ahora dirigente nacional me toca hacer resistencia al proyecto Fruta del Norte de la multinacional canadiense Lundin Gold; al proyecto Cóndor Mirador, de la empresa ECSA, una multinacional china; al proyecto Cascabel en el que parece va a entrar una multinacional australiana; al proyecto Rio Blanco de la empresa Junefield Resources Ecuador, y a una cantidad de proyectos mineros que se nos vienen, porque del 1% del territorio nacional que estaba concesionado o que estaba por concesionarse en 2006, hoy está el 12% del territorio nacional ya concesionado o listo para sacar a la subasta pública y la mayor parte a los chinos.
Estamos haciendo resistencia a los proyectos extractivistas, mineros, petroleros, a los monocultivos, a los agrotóxicos, todo lo que sea extractivista, a todo lo que pretenda reducir a la Pachamama a simplemente mercancía. Lástima que se reduce ahora todo a capital: capital natural, capital humano. Cada que hay un conflicto toca afinar la resistencia y sabemos que la necesidad afina el intelecto y afina la sapiencia; yo creo en los milagros, no en los milagros religioso – católicos sino en los milagros de las mujeres, en tanta sapiencia de los mayores, tanta sabiduría, en la rebeldía de los jóvenes, la irreverencia y creo que son luces que aparecen al final del túnel que nos muestran por dónde caminar.
¿Cuáles son los obstáculos que han tenido que enfrentar?
Son varios obstáculos, yo diría que uno de los primeros es la pasmosa indiferencia del pueblo, que mismos campesinos, mismos indígenas no se concientizan y son cooptados por el gobierno porque las mineras y el gobierno rompen, fracturan la comunidad y mientras el padre y la madre defienden el agua y la tierra, los hijos con el interés de tener un puesto de trabajo se van con las mineras. El padre defendiendo el agua, la vida, el hijo defendiendo la minería, la muerte. Se enfrentan hermanos contra hermanos y eso es un obstáculo muy grande.
El otro obstáculo es toda esa descalificación, ese desprestigio que viene de las multinacionales y del gobierno contra los dirigentes, indicando que estamos con la derecha, que no somos indígenas, que somos políticos, que no estamos luchando por el agua o por la naturaleza sino por el interés personal o incluso dicen que somos de la CIA.
Otro obstáculo puede ser la falta de recursos económicos porque es duro viajar de un lugar a otro, construir un cartel, salir a las marchas dejando de trabajar, sacrificando un día, pagando pasajes y encima de eso cuando nos criminalizan, buscar apoyo para conseguir abogados que se encarguen de la defensa de muchos compañeros. Eso es duro, en mi caso quizás me he defendido yo mismo pero no soy el único criminalizado, somos más de 700 personas y antes de que entrara la minería en el Ecuador hay tres asesinatos de compañeros de la Amazonía. Por eso nos resistimos al despojo, al desplazamiento, a la violencia, al envenenamiento, a la contaminación, al asesinato, a la persecución, a la criminalización. La minería en cada paso dado en cualquier parte del mundo ha dejado huellas imborrables de pobreza, tragedia, despojo, desolación, hambre, muerte, por eso resistimos.
En medio de tantas dificultades, ¿qué logros se pueden mencionar?
Primero el despertar de un pueblo que antes era conformista y ahora se ha vuelto curioso, irreverente. En esos lugares donde hay minería son pueblos a los que tienen miedo, son pueblos bravos, son rebeldes. Sí hay un despertar, hay un despertar de las mujeres que le ponen mucha conexión con la Pachamama y hay una visibilizacion de estos pueblos que antes no se conocían y que hoy son conocidos a nivel provincial, nacional e internacional, son luchas emblemáticas como por ejemplo la de Kimsacocha, tantas memorias, tantos recuerdos, tantas tristezas pero también tantas alegrías que tenemos, que es parte del caminar de la vida.
Fotos archivo personal Carlos
Ecovida es un espacio que permite tejer experiencias, de diferentes rincones del país, en la construcción de saberes otros como alternativas de vida. Un tiempo de convivencia único en la U. de Caldas.
Arepatón es un “Homenaje al Maíz y a quienes lo cultivan”; la unión de sabores y saberes alrededor de la arepa de maíz y más delicias de la cocina local siguiendo la ruta de las familias productoras.
Honrar la memoria de los caÃdos en el Paro Nacional es darle eco a las voces que se apagaron. Un momento para pensar en la necesidad de cambio desde el interior de cada uno de nosotros.
Un joven de la Tebaida, QuindÃo, se suma a las presentes manifestaciones con la "Protesta del Silencio". Desde esta experiencia, con su frase “la violencia queda sin armas†nos invita a la reflexión.