Por: Rubén Darío Pardo Santamaría
Buena Gente Periódico conversó con Leticia Santamaría y su sobrina Jenny Andrea Ruiz Santamaría, quienes en el barrio La Victoria de la ciudad de Barranquilla dedican su vida al cuidado de perros y gatos abandonados. En esta misión urgente y necesaria interviene también Gloria Santamaría, madre de Jenny y protagonista fundamental de este grupo de cuidadoras. Soportando a regañadientes olores incómodos, ruidos inoportunos y el hacinamiento generado por la llegada de un número bastante grande de animales callejeros a una vivienda pequeña, Franklin Gómez, esposo de Leticia, se ha convertido en un cómplice formidable de esta causa animalista, aportando económicamente desde sus posibilidades.
BG: ¿Cómo inicia esta acción concreta de cuidar animales abandonados?
Leticia: inicié a cuidar animalitos porque al lado de mi casa había una perrita que trataban muy mal, los dueños se iban y no le dejaban comida, entonces me la llevé para la casa y la cuidé hasta que murió de viejita. Desde ese momento, hace ya más de 20 años, seguimos acogiendo animalitos a pesar de que nuestra casa era más pequeña que la que tenemos hoy. Los animales para mí son muy especiales.
Jenny: recuerdo a un chow chow al que adoptamos de la calle pues lo iban a sacrificar porque era agresivo, lo llevamos para la casa donde igual siguió agresivo, nunca se dejaba tocar, pero nosotras lo sobrellevábamos. Nunca hemos contado con el espacio adecuado para tener tantos animales, siempre hemos vivido en casas pequeñas, pero nos las hemos arreglado para crear una especie de refugio informal en el que hacemos lo que más podemos por ellos. Ese chow chow duró varios años con nosotros y siempre que nos estábamos mudando de un lado para otro, tenía que ser el veterinario el que lo debía manejar para llevarlo a la casa nueva porque nunca se dejaba amarrar de nosotras. Lo tuvimos hasta que nos tocó sacrificarlo porque ya estaba sumamente enfermo.
BG: ¿Con qué recursos realizan ustedes esta tarea?
Jenny: no tenemos apoyo económico de ninguna entidad, de vez en cuando alguna persona nos dona concentrado, pero fundamentalmente la atención a los animales corre por cuenta de nuestros bolsillos. Es complicado, pero ahí lo vamos manejando.
BG: ¿Cómo llegan los perros y los gatos a casa?
Leticia: en algunas ocasiones nosotras mismas los recogemos en la calle, pues los encontramos en muy malas condiciones. Otras veces me los tiran en la casa, varias veces me han tirado los gatos en el recipiente de la basura y cuando salgo al andén ahí los encuentro, entonces no soy capaz de dejarlos ahí, los dentro, los mandamos a operar, todo corre por cuenta de nosotros. No sabemos cómo, pero gracias a Dios siempre ha resultado para darles la comida. Dentro de los animales que recogemos recuerdo el caso de un perro que fue atropellado por un bus y estaba tirado en toda la vía Murillo, a cinco cuadras de mi casa, no tenía alientos ni para subirse al andén, una amiga me avisó, entonces me fui para allá y paré hasta el tráfico pues pensé: “los buses no me matan, pero al perro si lo pueden matar”, lo cogí, como pude, lo cargué y me lo llevé para la casa, allá duró como tres años conmigo.
BG: ¿Cómo es la casa que actualmente habitan?
Jenny: es una casa sin patio de tierra, es un espacio pequeño en baldosa. Los animales están estrechos, pero es el espacio del que disponemos. Con lo que podemos buscamos garantizar que tengan un lugar donde vivir, que tengan de una u otra forma su comida, que tengan el amor y la atención que por lo general todos requieren cuando llegan a nuestra casa, porque en realidad todos llegan en muy malas condiciones y si bien en ocasiones toca recurrir al veterinario, en general a la mayoría de animales los curamos nosotras mismas.
BG: ¿Nos pueden dar algún ejemplo del estado en que llegan los perros o gatos a la casa?
Jenny: hace poco llegó a casa un perro que tenía demasiados gusanos de la oreja para abajo, la herida era supremamente grande y profunda, en ese momento no contábamos con los medios económicos para acudir a un veterinario, entonces entre mi mamá y yo empezamos a aplicarle curagán, a sacar durante unas cuatro horas los gusanos con pinzas, después le aplicamos antibióticos, le manejamos la herida con sábila y otros remedios caseros, hoy en día ese perro está sano.
BG: ¿Por qué han decidido asumir la misión de cuidar animales abandonados, a pesar de no contar con los recursos económicos suficientes?
Leticia: nosotras hacemos esto por el amor a los animales y el dolor y la tristeza que nos genera verlos solitos en la calle, la gente los patea, no les da comida. Cuando yo veo un animal así y no lo puedo recoger tampoco puedo dormir, entonces, pensando en mi salud, lo recojo para estar tranquila. Hemos afrontado problemas como el que los vecinos nos echen la policía, pero todo lo hacemos por el amor a los animales.
BG: ¿Aparte de los animales que cuidan en casa, atienden animales en otros sitios?
Jenny: sí, hemos atendido animales de otras familias; recuerdo el caso de un gato con un absceso enorme en el cuerpo y los propietarios no tenían para llevarlo a un veterinario, entonces me preguntaron si podía ayudarlos. Al gato lo traté, manejé el absceso con antibióticos orales e inyectables y finalmente logramos curarlo. También en el Jardín Botánico, ubicado cerca de casa, allí la gente abandona una gran cantidad de gatos, la mayoría muy pequeños que no se pueden defender, que no saben todavía comer bien y tienden a morir de hambre porque aunque uno vaya a socorrerlos, necesitan de mayor atención, necesitan estar comiendo todo el tiempo y como los abandonan sin la madre, entonces mueren de hambre y desnutrición. No es lo mismo darles una leche entera que el alimento de la mamá.
BG: ¿Cuáles han sido las principales dificultades que han encontrado en la realización de esta misión?
Leticia: las dificultades se presentan en hechos como el que en el parque había 11 gaticos recién nacidos y como no tenían a su mamá entonces me los llevé para la casa y yo no les podía dar la leche que ellos requerían, la que les podía dar les generaba diarrea y se me morían, esto para mí es muy triste, quería sacarlos adelante y no pude.
Jenny: la mayor dificultad es el aspecto económico y el espacio, no tenemos espacio suficiente para tener los animales en las condiciones que queremos y entonces son muchos los animales que no podemos ayudar. También el factor económico, quisiéramos estar en el parque ayudando mejor a todos esos animales, pero no tenemos los recursos para hacerlo y poder comprarles sus medicinas.
BG: ¿Cuáles han sido las principales satisfacciones que ustedes han tenido en este proceso?
Jenny: la principal satisfacción es verlos a ellos sanos, recuperados, que se puedan valer por sí mismos, saber que los rescataste, que estaban casi muriendo y hoy día ese animal ya está caminando, así sea en un espacio pequeño pero que se sienta feliz.
Leticia: para mí la principal satisfacción sería poder tener un lote o una casa con un patio grande para recoger una mayor cantidad de animales de la calle, ese es mi deseo más grande.
BG: ¿Qué solicitud harían a la gente y a las instituciones?
Leticia: mira, mi solicitud es que ayudaran a rescatar más que todo a los gaticos que están en el Jardín Botánico de Barranquilla. Allá todo gato que llega se muere porque no hay recursos. También me gustaría solicitar el apoyo de, por lo menos, un bulto de concentrado al mes para alimentar a los perros y gatos que tenemos en casa. Nosotras voluntariamente hacemos un trabajo grande amando, curando y cuidando estos animales, pero nos vemos en dificultades para conseguir la alimentación y los medicamentos que necesitan.
Para quienes estén interesados en apoyar esta bella experiencia dejamos los datos de contacto:
Correo electrónico: jandrea119@hotmail.com
Teléfono: Teléfono fijo Barranquilla 5-3621219 – Celular: 3007270417
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