Por: Camila Morales
Buena Gente periódico entrevistó en esta oportunidad a Mandeep Dhillo, médica y miembro de la Brigada de salud 43, en el Estado de Guerrero –México-. Esta iniciativa es un claro ejemplo de la posibilidad de generar grietas sociales por medio de la resistencia, el trabajo en colectivo y el reconocimiento de los elementos propios del territorio.
BuenaGente Periódico (BGP): ¿Cómo inicia este proceso?
Mandeep Dhillo (MD): Brigada de salud comunitaria 43, es un grupo/ colectivo que se formó en el año 2014; inició estableciendo contacto y conversaciones con otra organización de la región de Tixtla llamada “Policía Comunitaria” de la CRAC-PC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria), esta se encuentra presente en varias regiones del Estado de Guerrero, incluyendo la zona centro. Los compañeros y compañeras de esta organización habían iniciado grupos en sus pueblos con el interés de generar seguridad, teniendo en cuenta que Guerrero es uno de los estados de México que ha sufrido de la violencia tanto del Estado como paramilitar, además de marginación social y política. Es así que en este año surge el interés de promover seguridad y, además, abarcar otros temas, por ejemplo, la salud. Entonces, a través de unos compañeros me llegó la invitación de colaborar en este proyecto y así iniciamos con un pequeño grupo; comenzamos generando espacios para conocer a las personas haciendo consultas y recorridos en el sector. De igual forma, invitamos a miembros de la policía comunitaria de la comunidad del Troncón que quisieran hacer parte del proyecto y recibir información como promotores de salud.
BGP: ¿Por qué Brigada de salud 43?
MD: Lamentablemente en septiembre de 2014, en Tixtla fueron atacados y desaparecidos 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, que es una escuela para maestros en formación, lo cual, aceleró el interés de hacer este trabajo apoyando a la construcción de esta nueva organización comunitaria. En honor a estos compañeros se suma al nombre de este proyecto, el 43.
Trabajamos la salud desde el principio de complementación o combinación de la medicina tradicional de la región y la medicina alópata. Siempre está incluido estudiar la anatomía, la fisiología, las cuestiones propias del cuerpo, sin perder de vista el uso de plantas medicinales, los pensamientos alrededor de la enfermedad y la sanación, realmente hemos ido aprendiendo a la par. Hemos contado con la presencia de compañeros que orientan a ?los compas? en el uso de plantas medicinales que se han conocido en sus pueblos, pero aplicadas en diferentes formas, por ejemplo, en tinturas y shampoos.
BGP: ¿Cuáles han sido algunos logros de este proceso?
MD: Varias de las compañeras se han convertido en referentes frente al cuidado de salud en su pueblo, muchas personas acuden con ellas y ellos al momento de un problema crónico como la diabetes, la presión alta, como problemas más agudos, accidentes o alguna enfermedad grave. Esto ha permitido generar confianza en la comunidad, reconociendo no solo el conocimiento y las habilidades desarrolladas, sino también dando una apertura a proveer cuidados de salud a quien no fuera del pueblo.
Cabe mencionar que ha sido un trabajo en su mayoría gratuito. En algunos momentos cuando la gente quiere apoyar después de recibir una consulta, se propone hacer un trueque ya sea entre algo de la despensa, apoyo en la siguiente actividad o algún producto de medicina tradicional.
BGP: ¿Cómo está conformado el equipo de trabajo?
MD: Como todos los grupos, por cuestiones a veces económicas o de tiempo, la participación va subiendo y bajando, hay varias compañeras que han estado desde el inicio en estas brigadas de salud y son ellas las que continúan trasmitiendo este conocimiento. Cuando podemos organizar talleres, a veces a distancia, incluso ahora por cuestiones de la pandemia tuvimos que recurrir a repasos virtuales, algo súper importante es que no se genera una dependencia: que no se necesite que yo, Manni, siga yendo para que se siga haciendo el trabajo.
BGP: ¿Cómo construyen estos espacios de enseñanza? ¿Qué actividades realizan?
MD: En un principio, talleres. En los primeros años lo que hicimos era cada mes estar con ellos en talleres intensivos de dos días, generando también espacios de convivencia. Se trató siempre tocar temas de salud, las raíces de la enfermedad, las condiciones económicas, políticas y sociales que contribuyen al desarrollo de estas, la situación de la madre tierra, la medicina y la organización.
Al inicio, organizábamos jornadas donde se citaba a la gente. Durante la consulta estaban presentes los promotores para que aprendieran y apoyaran en el sentido de encomendar tratamientos. Luego de esto, transicionamos un poco a dar las consultas caminando por el pueblo, conociéndolos de manera más cercana e íntima.
Cuando se da la oportunidad se organizan espacios con niños, niñas y otras mujeres, talleres para aprender algunas habilidades básicas, por ejemplo, aprender a elaborar un jarabe para la tos y la gripa con base en las plantas que se encuentran en la región.
BGP: En este sentido, ¿cómo podríamos entender la salud?
MD: Es una pregunta muy buena y amplia. Creo que la salud es esa posibilidad para empezar a ser libres, esto es fundamental. Y, ¿qué quiere decir esa libertad? pues el poder convivir no solo entre seres humanos, sino con el mundo en el cual vivimos, con cada territorio, con toda la vida que está alrededor, haciéndolo de una forma recíproca, interdependiente, teniendo la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos, sobre la vida comunitaria, estando libres de violencia. En nosotras las mujeres en particular, el poder intercambiar, ser creativas, tener alegría, momentos de descanso. Todo esto, yo creo que es parte de la salud y que, precisamente, entonces la enfermedad viene cuando se rompe el equilibrio en todo esto. Así es como lo entiendo ahora.
BGP: ¿Cómo ha sido ese diálogo entre la medicina occidental y la medicina tradicional?
MD: Hemos encontrado un diálogo, partiendo desde la escucha y respeto hacia la medicina tradicional, reconociendo que estamos hoy en día realmente en una situación globalizada, el capitalismo con sus nuevas enfermedades, por ejemplo, el COVID-19, los cánceres, entre muchas otras cosas, que hace décadas no existían en estos pueblos. En la brigada consideramos qué es lo más útil de cada tradición curativa, sin olvidar y sin dejar de lado lo que es local, entendiendo la importancia de cada elemento de la medicina ancestral, pues son vida y tienen una historia en el territorio.
BGP: De esta forma, ¿ha representado también un proceso de sanación colectiva?
MD: Este es un proceso que en el momento se ha dado a un nivel pequeño, pero que devela que es posible sanar en colectivo; porque en este sentido, nosotros y nosotras hemos visto y consideramos que la salud comunitaria no se trata simplemente de abrir una clínica en una comunidad y asumir que ya hay salud. Sanar va más allá de solo curar una gripa o recetar un medicamento a alguien, de aliviar un problema momentáneo, esto va hacia la reconstrucción de las relaciones en la misma comunidad, en este caso el empoderamiento de las mujeres, su liderazgo y que este sea reconocido. Todo eso ha sido parte de ese proceso de sanación.
A veces nos sentimos desesperados y es normal, en el contexto en el cual estamos viviendo están pasando cosas terribles, el error es no reconocer que muchas personas están haciendo trabajos que provocan grietas pequeñas en esta realidad que queremos cambiar y todo esto es importante.
BGP: ¿Le darías algún consejo, recomendación a algún colectivo o comunidad que quiera seguir este ejemplo?
MD: Pues así como tal consejo, no sé. Yo creo que algo fundamental es que en donde se quiera hacer un trabajo así, sobre cualquier otro tema de lucha, es importante con la gente del lugar hacer primero un diagnóstico del territorio y de la comunidad para entender que está pasando, en dónde se va a enfocar el trabajo, cuáles son las prioridades de las personas. Siempre estarse preguntando si lo que estamos haciendo en ese momento solo es para resolver el problema, no en inmediato, pero si a largo plazo. Son algunas de las cosas que hay que tomar en cuenta y obviamente vamos a cometer errores, pero hace parte de caminar. Lo que más ayuda a minimizar esto es hacer las cosas en colectivo donde hay más personas opinando y se escuchan varias voces, haciendo lo mejor que se pueda.
Para quienes deseen más información pueden consultar la página web del colectivo aquí.
Fotos Fuente: las fotos del artículo fueron tomadas de la página de Facebook Brigada Comunitaria de Salud 43.